Janet Rompe las Barreras de la Historia de la Computación
Janet przełamuje bariery w historii komputerów
Janet ama las computadoras y sueña con hacer historia en el mundo de la tecnología. Pero romper barreras no es fácil cuando todos dudan de lo que ella puede hacer.
A Janet le encantaban las computadoras.
Trabajaba con ellas todos los días.
Pero Janet vio un gran problema en el trabajo.
Su empresa tenía muchos trabajadores.
Los trabajadores venían de diferentes países.
Hablaban diferentes idiomas.
Algunos trabajadores se sintieron excluidos.
"Esto no es justo," dijo Janet.
Observó a sus compañeros de trabajo luchar.
Algunas personas consiguieron mejores trabajos que otras.
Las razones no siempre fueron buenas.
Janet tuvo una idea.
Ella crearía un software de computadora especial.
Este software ayudaría a las empresas a ser más justas.
Haría un seguimiento de cómo se trataba a los trabajadores.
Todas las noches, Janet trabajaba en su computadora.
Escribía código durante horas.
Sus dedos se movían rápido sobre el teclado.
Bebió mucho café para mantenerse despierta.
"Puedo resolver este problema", se dijo a sí misma.
Janet creía en su sueño.
Quería ayudar a todos los trabajadores.
El software era muy inteligente.
Podía observar cómo las empresas contrataban personas.
Podría ver si las empresas estaban siendo injustas.
El software advertiría a las empresas sobre los problemas.
Janet terminó su software después de muchos meses.
Ahora necesitaba proteger su idea.
Decidió obtener una patente.
Una patente es como un papel especial.
Dice que tú inventaste algo primero.
Nadie más puede copiar tu invención sin permiso.
Janet llenó muchos formularios.
Escribió largas explicaciones sobre su software.
La oficina de patentes tenía que entender completamente su invención.
Pasaron semanas.
Luego pasaron los meses.
Janet esperó y esperó.
¿Diría que sí o que no la oficina de patentes?
Otras personas dudaron de Janet.
"Las mujeres no obtienen patentes de software", decían.
"Especialmente las mujeres negras no," susurraron otros.
Pero Janet no se rindió.
Creía que su software era importante.
Sabía que podría ayudar a millones de trabajadores.
Finalmente, llegó la carta.
Janet la abrió con las manos temblorosas.
Su corazón latía muy rápido.
¡SÍ!
gritó ella.
La oficina de patentes aprobó su solicitud.
Janet se convirtió en la primera mujer negra en obtener una patente de software.
Su software era oficialmente suyo.
Nadie podía robarle su idea ahora.
Janet se sintió orgullosa y feliz.
Pronto, muchas empresas quisieron el software de Janet.
Le pagaron mucho dinero por él.
El software ayudó a crear lugares de trabajo más justos en todas partes.
La invención de Janet cambió la forma en que trabajaban las empresas.
Los trabajadores fueron tratados con mayor igualdad.
Las personas de todos los orígenes tuvieron mejores oportunidades.
Años después, Janet fundó su propia empresa.
Contrató trabajadores de muchos orígenes diferentes.
Su oficina era un lugar justo y alegre.
"Nunca abandones tus sueños", les dijo Janet a los jóvenes inventores.
"Tus ideas pueden cambiar el mundo."
Janet demostró que cualquiera puede ser un inventor.
Demostró que el trabajo duro da sus frutos.
Su historia inspiró a miles de otras mujeres.
Hoy en día, el software de Janet aún ayuda a las empresas.
Su patente también abrió puertas para otros inventores.
Hizo historia con su mente brillante.