Cover of The woman in the decaying house

La mujer en la casa en ruinas

Die Frau im verfallenden Haus

En esta fábula, conocerás una mansión orgullosa, un sirviente sin voz y un viento que busca la verdad. La mansión esconde oscuros secretos detrás de sus paredes en ruinas. El viento, curioso y persistente, los descubre.

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Había una vez, en una tierra rica y bulliciosa llamada São Paulo, una mansión majestuosa.

Es war einmal, in einem reichen und geschäftigen Land namens São Paulo, da stand eine prächtige Villa.

Sus puertas estaban cubiertas de maleza, sus muros agrietados, y muchos decían que susurraba de vergüenza y silencio.

Seine Tore waren überwuchert, seine Mauern rissig, und viele sagten, es flüstere von Schande und Stille.

Los vecinos veían una figura pálida deambulando en el interior, su rostro cubierto con una crema blanca que la hacía parecer un fantasma.

Nachbarn sahen eine blasse Gestalt im Inneren umherwandern, ihr Gesicht bedeckt mit einer weißen Creme, die sie wie ein Gespenst aussehen ließ.

Sin embargo nadie se atrevió a acercarse.

Dennoch wagte niemand sich zu nähern.

Dentro de aquella mansión vivía Margarida, hija de una antigua familia noble, que había regresado desde muy lejos.

In diesem Herrenhaus lebte Margarida, Tochter einer alten Adelsfamilie, die von weit her zurückgekehrt war.

Se retiró a aquella casa deteriorada, ocultándose de las miradas indiscretas.

Sie zog sich in jenes verfallende Haus zurück, versteckt vor neugierigen Blicken.

Muy lejos, al otro lado de los mares en Maryland, vivía Hilda.

Weit weg, über die Meere in Maryland, lebte Hilda.

Ella había llegado a esa tierra como una ayudante fiel.

Sie war als treue Helferin in dieses Land gekommen.

Ella cocinaba, limpiaba y servía día y noche.

Sie kochte, putzte und bediente Tag und Nacht.

Pero en realidad, estaba atrapada: prohibida de salir, viviendo en un sótano bajo llave, recibiendo sobras de comida, privada de cuidados y silenciada.

Aber in Wahrheit war sie gefangen: es war ihr verboten zu gehen, sie lebte in einem verschlossenen Keller, bekam nur Essensreste, wurde medizinisch nicht versorgt und zum Schweigen gebracht.

Ella era invisible para el mundo, aunque existía.

Sie war für die Welt unsichtbar, obwohl sie existierte.

Los años pasaron.

Jahre vergingen.

La mansión se deterioró.

Die Villa verfiel.

Las paredes se hundían, el musgo crecía, y los vientos gemían a través de las ventanas rotas.

Die Wände sackten durch, Moos wuchs, und der Wind heulte durch zerbrochene Fenster.

El sufrimiento de Hilda pasó desapercibido, hasta que un curioso viento llamado Vento da Verdade (Viento de la Verdad) se agitó.

Hildas Leid blieb unbemerkt, bis ein merkwürdiger Wind namens Vento da Verdade (Wind der Wahrheit) sich erhob.

El Viento de la Verdad sopló a través de las grietas de la mansión.

Der Wind der Wahrheit blies durch die Ritzen des Herrenhauses.

Llevaba susurros de una esquina a la otra.

Es trug Flüstern von einer Ecke zur nächsten.

Escuchó las súplicas silenciosas de Hilda, las puertas cerradas y los fantasmas de agravios no pronunciados.

Es hörte Hildas stumme Bitten, die verschlossenen Türen und die Geister unausgesprochenen Unrechts.

Llevó estos susurros a una tierra lejana, a un periodista llamado Chico, que vivía cerca de la mansión.

Es trug diese Flüsterworte in ein fernes Land, zu einem Journalisten namens Chico, der in der Nähe der Villa lebte.

Chico escuchó los susurros del viento y decidió cavar.

Chico hörte das Flüstern des Windes und beschloss zu graben.

Trepó entre la maleza, tocó puertas, preguntó a los vecinos.

Er kletterte durch das Gestrüpp, klopfte an Türen, fragte Nachbarn.

Publicó podcasts, habló con testigos, siguió pistas a través de las fronteras.

Er veröffentlichte Podcasts, sprach mit Zeugen, verfolgte Spuren über Grenzen hinweg.

Persiguió lo que el viento revelaba.

Er folgte dem, was der Wind enthüllte.

Por fin, el mundo escuchó.

Endlich hörte die Welt zu.

Pantallas de papel llenas de evidencia.

Papierwände gefüllt mit Beweisen.

La verdadera historia salió a la luz: Hilda no era una simple sirvienta.

Die wahre Geschichte kam ans Licht: Hilda war keine gewöhnliche Dienerin.

Ella había sido mantenida en condiciones terribles, privada de libertad, voz y dignidad.

Sie wurde unter schrecklichen Bedingungen gefangen gehalten, ihrer Freiheit, Stimme und Würde beraubt.

Margarida se había escondido en la mansión en ruinas, negándose a enfrentar las consecuencias, mientras Hilda soportaba años de sufrimiento tras paredes que nadie se molestó en derribar.

Margarida hatte sich in der verfallenden Villa versteckt und sich geweigert, den Konsequenzen ins Auge zu sehen, während Hilda jahrelang hinter Mauern litt, die niemand zu durchbrechen wagte.

Cuando se supo la verdad, muchos quedaron impactados.

Als die Wahrheit ans Licht kam, waren viele schockiert.

Algunos preguntaron: "¿Cómo pudo la gente ignorar las señales?"

Manche fragten: "Wie konnten die Menschen die Zeichen ignorieren?"

La mansión, antes un símbolo de prestigio, se convirtió en una ruina — un monumento a la impunidad.

Die Villa, einst ein Symbol des Prestiges, wurde zur Ruine — ein Mahnmal der Straflosigkeit.

Margarida, habiendo huido de vuelta a su país natal, evitó la extradición.

Margarida, die in ihr Heimatland zurückgeflohen war, entging der Auslieferung.

Hilda, que aún vive en el extranjero, finalmente alzó la voz y recuperó su palabra.

Hilda, die immer noch im Ausland lebt, erhob endlich ihre Stimme und gewann ihre eigene Stimme zurück.

Y así, el viento que susurraba verdades se hizo más fuerte.

Und so wurde der Wind, der Wahrheiten flüsterte, lauter.

El mundo escuchó.

Die Welt hat es gehört.

El silencio y la decadencia pueden ocultar la injusticia, pero la verdad persistente, como el viento, encuentra grietas para llevar las voces hacia adelante.

Schweigen und Verfall können Ungerechtigkeit verbergen, aber beständige Wahrheit findet wie der Wind Risse, um Stimmen weiterzutragen.

Incluso cuando se construyen muros para encarcelar, el aliento del valor y la curiosidad puede romperlos.

Selbst wenn Mauern gebaut werden, um einzusperren, kann der Hauch von Mut und Wissensdurst sie durchbrechen.